IDENTIDAD CATÓLICA |
CRUZANDO EL UMBRAL DE LA... IGLESIA
“Todos los fieles tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarlo a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Padres y habida cuenta de la utilidad común y la dignidad de las personas”.
Canon 212. Código
de Derecho Canónico vigente, sancionado por Juan Pablo II.
Dentro de las acciones perturbadoras que realiza Juan Pablo II: visita de sinagogas, beso del Corán, declaraciones heréticas, reconocimiento del blasfemo Estado de Israel...destacamos sus declaraciones acerca del judaísmo y del catolicismo. Hace unos años concedió una entrevista al periodista italiano Vittotio Messori (conocido como su portavoz oficioso). Esta fue publicada con el título "Cruzando el umbral de la esperanza", que rápidamente se convirtió en un bestseller mundial. Entonces nos llamaron la atención algunas referencias al pueblo judío que rompen radicalmente con las enseñanzas de los Evangelios, del resto del Nuevo Testamento, de los Santos Padres de la Iglesia, de los papas y de los concilios. Es decir, según esto, el espíritu Santo habría elegido este momento para revelar a la Iglesia la Verdad, habiéndola mantenido en el Error durante más de 19 siglos. Curiosamente en un momento en que los judíos han vuelto a Israel y dominan el mundo política, económica y propagandísticamente desde Nueva York.
El católico no debe confundir las denuncias católicas con las que lanzan los enemigos de la Iglesia , con sus argucias diabólicas, tomando cualquier oportunidad para dañarla.
A continuación confrontamos algunas citas del libro de Juan Pablo II con pasajes evangélicos:
"Pero una experiencia del todo excepcional fue para mí, sin duda, la visita a la sinagoga romana...Durante aquella visita memorable, definí a los judíos como “hermanos mayores en la fe”. Son palabras que resumen en realidad todo cuanto dijo el Concilio y que no puede dejar de ser una profunda convicción de la Iglesia. El Vaticano II en este caso no se ha extendido mucho, pero lo que ha dejado confirmado abarca una realidad inmensa, una realidad no solamente religiosa sino también cultural”. [p. 112] ----------------------------------------------------- “Este extraordinario pueblo continúa llevando dentro de sí mismo las señales de la elección divina. Lo dije una vez hablando con un político israelí, el cual estuvo plenamente de acuerdo conmigo. Sólo añadió: “¡Si esto fuera menos costoso...!”. Realmente, Israel ha pagado un alto precio por su propia “elección”. Quizá debido a eso se ha hecho más semejante al Hijo del hombre, quién, según la carne, era también Hijo de Israel; el dos mil aniversario de Su venida al mundo será fiesta también para los judíos”. [p. 112].
---------------------------------------------------------- "Auschwitz no cesa de amonestarnos aún en nuestros días, recordando que “el antisemitismo es un gran pecado contra la humanidad”; que todo odio racial acaba inevitablemente por llevar a la conculcación de la dignidad humana”. [p. 110]. ------------------------------------------------------------
“La Nueva Alianza tiene sus raíces en la Antigua. Cuándo podrá
el pueblo de la Antigua Alianza reconocerse en la Nueva es, naturalmente,
una cuestión que hay que dejar en manos del Espíritu Santo. Nosotros,
hombres, intentemos sólo no obstaculizar el camino. La manera de este
“no poner obstáculos” es ciertamente el “diálogo cristiano-judío”,
que se lleva adelante por parte de la Iglesia mediante el Consejo
Pontificio para la Unidad de los Cristianos...
En cuanto al reconocimiento del Estado
de Israel, hay que subrayar que no tuve nunca dudas al respecto”. [p.
112] |
"No
penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es
Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza. Porque,
si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, pero si no creéis en
sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?”. Evangelio
de San Juan 5, 45-47. --------------------------------------------- “Ya
sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi
Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y
vosotros hacéis lo que habéis oído de vuestro padre. (...) ¿Por qué
no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi Palabra. Vosotros
sois de vuestro padre el Diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro
padre. Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en
la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo
que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira. pero a mí,
como os digo la verdad, no me creéis. (...) Entonces tomaron piedras para
tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.”
Evangelio de San Juan 8, 37-38, 43-45
y 59. ---------------------------------------------------- “Porque
vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que
están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido
de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos;
éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que
nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos
los hombres, impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven;
así van colmando constantemente la medida de sus pecados; pero la Cólera
irrumpe sobre ellos con vehemencia”. Epístola I a los Tesalonicenses 2, 14-16. --------------------------------------------------- |
Basta
con leer el Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia para comprobar los profundos
errores de Juan Pablo II que amenazan con destruir la Iglesia. La historia está
llena de testimonios en tal sentido: una lectura atenta de los Hechos de los
Apóstoles, que no han podido ser prohibidos todavía ni adulterados, se nos
manifiesta como el primer capítulo de la auténtica Historia de la Iglesia, sin
leyendas negras.
“El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para escuchar la palabra de Dios. Los judíos, al ver a la multitud, se llenaron de envidia y contradecían con blasfemias cuanto Pablo decía. Entonces dijeron con valentía Pablo y Bernabé: “Era necesario anunciaros a vosotros en primer lugar la palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y vosotros mismos no os juzgáis dignos de la vida eterna, mirad que nos volvemos a los gentiles. Pues así nos lo ordenó el Señor:
Te
he puesto como luz de los gentiles,
para
que lleves la salvación hasta el fin de la tierra.
Al
oír esto los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar la Palabra del Señor;
y creyeron cuantos estaban destinados a una vida eterna. Y la Palabra del Señor
se difundía por toda la región.
Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas que adoraban a Dios, y a los príncipes de la ciudad; promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y les echaron de su territorio. Éstos sacudieron contra ellos el polvo de sus pies y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de gozo y del Espíritu Santo.”. Hechos 13, 44-52.
Orando en el Muro de las Lamentaciones, rodeado de banderas israelíes y de rabinos.
Es Nuestro Señor Jesucristo el que dice:
"¡Serpientes,
raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna
(infierno)? Por eso, he aquí que yo os envío a vosotros profetas, sabios y
escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en
vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, para que caiga sobre
vosotros toda la sangre inocente desde la sangre del inocente Abel hasta la
sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y
el altar. Yo os aseguro: todo esto recaerá sobre esta generación."
Evangelio de San Mateo, 23 33-36.
Es Juan Pablo II el que dice:
"Durante aquella visita memorable, definí a los judíos como “hermanos mayores en la fe”.
Para un católico resulta difícil levantar la voz contra un sucesor de Pedro, pero no puedo soportar este genocidio de almas que cometen los "hijos del Diablo". No sé si el Papa obra con libertad o bajo amenazas - más contra la Iglesia que contra él- como sugieren algunos, si es un prisionero o no, pero sí juzgo sus obras heréticas. Por sus obras los conoceréis...¡Qué Dios nos dé fe para la lucha!